Cuando dos culturas se ponen en contacto, se presentan fenómenos de intercambio de culturas y costumbres que modifican a ambas sociedades.
Pero cuando un
pueblo conquista a otro, en lugar de un intercambio, existe una imposición violenta de la cultura
del más fuerte y la destrucción de la identidad del vencido.
Para eso, con
la colaboración de caciques y nobles, fueron sometidos a relaciones esclavistas de explotación, que en la
práctica solo beneficiaron a los españoles para extraer y acumular riquezas
metálicas y de la tierra:
La encomienda: un grupo de indígenas era llevado a una concentración para que trabajara en labores cuyos productos beneficiaban al encomendero español a cambio, de una pequeña retribución, que no le permitía mejorar sus condiciones de vida.
La mita: los indígenas de una comunidad eran sorteados para trabajar durante un tiempo determinado en las propiedades de los españoles. La mita fue implementada para reducir los costos laborales de la minería de la plata en Potosí. Era un sistema de trabajo obligatorio (sirviente) y continuó, ya dentro del período bajo soberanía española, ayudando a desarrollar internamente una economía de mercado con productos y servicios para España.
El yanaconazgo: permitía esclavizar permanentemente a los pueblos prisioneros de las guerras de conquista sin percibir remuneración.
Los españoles, durante la conquista del Perú, comenzaron a usar la denominación para referirse a los pueblos indígenas que tenían de servidumbre, ya fuera en las encomiendas (en su mayor parte regentadas por caciques incas) o integrados a las formaciones militares como "indios auxiliares". La palabra fue también usada durante la conquista de otras áreas de Sudamérica. Los mapuches denominaban Yanaconas (en su acepción de "servil" y "cobarde") a los Incas y otros indígenas de etnias quechuas que servían como soldada del conquistador español.
También se conoce como pueblo yanacona un grupo indígena que habita en Colombia, con una población aproximada de 45 000 en los departamentos del cauca, Huila, Putumayo, Quindío, Valle y Bogotá D.C..
Este es un pueblo de ancestros Incas que mantiene vivas sus costumbres, gobierno propio, espiritualidad. El retorno al idioma propio Runa Shimi o Kichwa es hoy vigente en todas sus comunidades. Yana significa negro, -kuna es la marca del plural: Los negros literalmente; en sí se refiere a la gente de piel oscura, quemada por inti (sol). Yana es también la noche, entonces al referirse a los indígenas significa gente de la noche, gente del silencio, que vigila, gente espiritual. La noche es sabia, y así es el Yanakuna del Caucca.
Contemporáneamente en algunos paisajes andinos sureños también se le dio la connotación de "traidor" o servil a los intereses extranjeros, en referencia a la supuesta deslealtad de los yanaconas con los xenófobos. Esta acepción de la palabra es de origen mapuche y se remonta a los tiempos de la conquista española. Los mapuches usaron tres palabras a partir de alusiones a los pueblos indígenas del Perú, para caracterizar conceptos que desconocían. El primero de ellos es "Inca", originado en este concepto surge "Huinca" para referirse al conquistador español, palabra que varía entre los diversos dialectos mapuches y puede significar "El nuevo inca". Finalmente, para caracterizar la palabra traidor, "Yanacona" que alude tanto a los siervos de algunos Incas aliados a los españoles (como paulla inca), como también a los sirvientes de hispanos de otras etnias centroamericanas, que llegaron a Chile como cargadores y soldados de los conquistadores.
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