AGRICULTURA
La agricultura
fue la base de la
economía de la civilización inca. La organización
del trabajo que procuraba constante mano de obra y una extensa red de caminos,
permitían mantener abastecido todo el Imperio con los más diversos productos.
La adaptación de técnicas agrícolas que ya se empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos, tanto, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras regiones. Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición así como la red vial que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos por todo su territorio. El desarrollo agrícola inca y las técnicas usadas fueron tan efectivas que muchos expertos consideran que si se reutilizaran hoy en día se solucionarían los problemas de nutrición de la gente de los Andes por muchas décadas.
El abandono de las tierras agrícolas de Machu pichu, aún en la época indígena, serían la mejor prueba de que la adaptación de la agricultura a técnicas anticuadas no resulta factible ahora. A pesar de lo dicho anteriormente, existen otras posturas que cuestionan la creencia de que los métodos de redistribución Inca no funcionarían hoy en día, ya que estas afirmaciones parten de una imposibilidad de re imaginar y reconstruir los principios del Allyu utilizando las tecnologías y los saberes que poseemos en la actualidad. Es decir, responden a un epistemicidio, creyendo que las figuras de organización social, económica y política traídas por los europeos, con todo y sus falencias, son naturales e imposibles de erradicar.
Metalurgia y orfebrería
Para las
culturas precolombinas el oro era propiedad de los dioses, no un medio
para el intercambio comercial, ni
tenía valor monetario.
Según las
crónicas de los conquistadores, únicos testimonios históricos que existen sobre
el uso de metales preciosos en las culturas precolombinas, el oro era de uso
ceremonial: con él
adornaban los templos y a los gobernantes, representantes de los dioses.
La metalurgia hace referencia a las técnicas de extracción de metales contenidos en los minerales. Mientras que la Orfebrería se encarga de hacer objetos artísticos con el oro, la plata y otros metales preciosos. Realizaron la metalurgia dividiendo su trabajo en tres fases distintas: La extracción del mineral, la fundición del mineral, y el trabajo de metales; en cuanto a las herramientas que utilizaban para su elaboración eran construidas por ellos mismos y contaban con un horno llamado ‹‹ Huayras ›› que en quechua quiere decir “viento”.
Los objetos eran creados con fines ceremoniales o que también pueden ser utilizados como joyas personales, también servía para identificar a las personas de alto rango. Elaborando así vasijas, máscaras funerarias, brazaletes, orejeras, entre otros. También fueron empleados para sustituir sus herramientas hechas de hueso, madera, y piedras, por otras más resistentes hechas con metales de mayor dureza.
Manufactura
Una de las características sobresalientes de la manufactura Inca era su tipo de cerámica, la cual tuvo sus orígenes mucho antes de que se consolidara el imperio Inca, es decir que los primeros asentamientos andinos ya dominaban este tipo de arte y con la creación del imperio Inca, éste simplemente imitó las técnicas aprendidas.
La cerámica era de gran importancia para los Incas, debido a a que como no utilizaban la rueda como medio de transporte, tenían que tratar que la cerámica sea fuerte, resistente y fácil de transportar.
A lo largo de todo el imperio se le dio prioridad a la producción de dos tipos de cerámica, una con la finalidad de rendir tributo a los dioses (Religiosa) y la otra con una funcionalidad acorde a la vida cotidiana (Vasijas, jarras, etc.), esta ultima tenía una producción masiva y poseía una decoración geométrica simple o tan solo plasmaban en ellas sus actividades diarias o animales de la zona, sin embargo también existió un tercer tipo de cerámica la cual provenía de ciertas tribus que fueron conquistadas por los Incas y trataban de su propia identidad, pero esta no era autorizada por el Inca ya que mantenía viva la identidad de las culturas conquistadas y su producción escondida de las autoridades.
Las cerámicas con finalidad religiosa fueron hechas exclusivamente para los adornar los templos y para las ceremonias, la cualidad más prominente de estas cerámicas es que tenían incisiones de oro y de metales preciosos.
Ejemplares típicos de la cerámicas inca son el aríbalo (cántaro) y el quero (vaso).
Para la creación de estas cerámicas se utilizaban moldes con la forma que se quería conseguir, después de terminarla se pulía su superficie y se la pintaba con colores: marrón, anaranjado, blanco, crema, amarillo y rojo.
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